Para poder salir de ese monte rocoso,
de esos picos que cortan teníamos que pasar por un puente, ese trozo de madera
vieja que conectaba un foso a otro. El
viejo me jalaba de la capa que muchas
veces cubría mi rostro, lo que me hacia seguirlo era saber a donde me llevaría y
que cosas me enseñaría, durante el camino vi que debajo del puente había un rió donde todos las serpientes y reptiles se peleaban por tomar algo que caía desde
arriba, vi que al costado muchas almas se tiraban y eran devoradas por estas
bestias, otras no llegaban al rió pues serpientes voladoras las devoraban en el
aire.
Por fin pasamos el viejo puente y
vinos una montaña gigante que nos seducía
a cada momento a subirla pero, mi
anciano acompañante me dijo que el camino mas rápido era pasando el túnel, tomo
un palo de madera y de la nada encendió fuego para poder ver en la oscuridad
del túnel, un poco de fuego en la oscuridad del infierno.
Mientras caminábamos el anciano
me contaba como era su reino, ese que volvería a ver en lo más profundo de este
lugar.
-
Viejo
Anciano: Mi reino esta dividido en 5
partes, separaras por grandes océanos cada parte hay personas de distintos
colores y deseos, sus más grandes deseos fortalecen mi reino. Todas las
personas tienen el permiso de ser completamente libres y lo mas hermoso es que
son agradecidas pues me dan todo lo de ellos, muchos me dan su alma pero como
yo soy un ser justo, no la acepto y los
dejo vivir, ese es mi reino donde hay pura paz y felicidad.
No soy como un tirano que ilumina
su propio reino con su ser pero eso le es cobrado mas adelante a los seres que
viven allí. Imagina un gran castillo limpio en lo mas alto de una montaña con
12 puertas gigante para entrar y 12 guardianes miento 11 guardianes con
armaduras brillantes que protegen ese palacio y no dejan a nadie ser parte de
ese reinado, MI PADRE POR ESO ES UN
TIRANO…
A la mitad del túnel encontramos
a un hombre sentado que señalaba una inscripción
en la piedra que decía “NO HAY PEOR CIEGO QUE EL QUE NO QUIERA VER” El viejo
anciano me dijo que era Elíseo un profeta con una tonta misión.
Al salir del túnel la antorcha se
apago cada vez que caminábamos sentía mas frió vimos a 2 hombres quemándose vivos,
ellos nos vieron y nos pidieron agua, de pronto cuando ellos hablaron el
fuego se encendió mas, mi amo me dijo
estos dos injustos son Etiocles y Polinice hijos de Edipo ese rey de Tebas que
se caso con su madre y mato a su padre, ese incestuoso se exilio solo y estos
dos malos hijos, al saber la verdad no
lo quisieron ayudar, solo Antígona estuvo con su padre. Edipo los maldijo, después
reinaron, la ley decía un año cada uno
pero el poder es seductor y no quisieron entregar el reino y los se mataron, sus
cuerpos por orden de su tío Creonte fueron echados a las aves de rapiña. Te
digo esto Dartax; cada vez que nos acercamos a las puertas de mi reino mi
fuerza regresa a mi y te lo demostrare.
El viejo se saco la capucha de vi
sus ojos rojos y el grito: ¡Por ser malos hijos quémense mas, hasta desaparecer, yo su amo los ordeno,
mueran almas injustas…!
Esa voz y esos ojos dieron tanto
miedo a Dartax, que soltó a aquel viejo
y comenzó a retroceder viendo como los cuerpos de esos 2 desdichados se convertían
en polvo. Luego bajo las manos y giro
hacia mí, diciéndome: HIJO, TU NO ME TRAICIONARAS, PUES YO ODIO A LOS INJUSTOS
Y ELLOS TERMINARÍAN ASÍ. Luego volteo y grito apura que el tiempo en el
infierno no es oro, es solo más
oscuridad.