Poco a poco nos acercamos al Cosito, sentíamos más
frío y nuestro cuerpo se congelaba más rápido
, sentí mis latidos del corazón más lento, el frío me hacía moverme más lento,
hasta parar mi paso y no dejar de moverme, pero veo a la almas que vienen después
de mí, que se están congelando y luego son tragadas por este río, el hielo es
como una coraza que no les permite
salir, lo único que escucho son lamentaciones, muchas lamentaciones, por parte del
hielo que parecía romperse y se
escuchaban las palabras de diferentes almas
que están viviendo un castigo eterno
¡Una cabeza se asoma por el hielo roto
grito antes que otras almas lo devuelvan totalmente al estar congelado,
esta alma grito esto que hasta el día de hoy lo recuerdo ¡ Cuidado como andas, procura no pisar las cabezas de nuestros infieles
y torturados humanos.!
Mi maestro me tomo del hombro y me dijo no es nada, solo son sombras, nada más que
sombras, estamos en el Cosito, este es un río
donde van todos los miserables
que no pagaban la moneda a Caronte,
sus lágrimas y lamentos hacen más frío el río, lo congelan más.
El alzo su espada, debo de afirmar que quiero
empuñar esa espada pues veo que le da mucho poder, me siento otra vez vivo entre muertos, el
empuño su espada y una aura roja salió de ella y nos dio calor, dispersaba
el frío y el hielo que ya no nos tocaba,
pero me doy cuenta que el origen de esa
aura de calor en un paisaje frío no venía de mi maestro sino de arriba, alguien le daba esa calidez, no era
de él.
En el Cielo todos los arcángeles se estaban
preparando por el llamado de trompetas de Miguel, todos estaban llegando al salón dorado para la junta de emergencia
con el todo poderoso, pero como siempre
la última en llegar era Gabriel, ella les decía que se demoraba pues en sus
tiempo libres siempre le gustaba tocar el arpa, melodías que Jofiel su hermano
le había enseñado. ¡Deje m
i
armadura en modo de descanso, cuando eso sucedía su armadura tenía la imagen de
una mujer cargando a un niño, era muy hermosa.
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| Una sombra |
Uriel su hermana menor cuidadora de la Tierra
vio que siempre que Gabriel deja su armadura o de tocar el arpa sale mayor
calor de ese cuarto y de pronto se
desvanece, nadie sabe a dónde se ira.
Abajo en
el Cosito el calor que mi maestro hacia aparecer a través de su espada nos seguía
protegiendo.
Llegamos a una parte del río congelado donde se podía
ver que el viento y el frío era más intenso y el hielo era más duro, vi muchos miserables congelados con el rostro
hacia arriba y un gran remolino que se
formaba que no nos permitía el
paso, las miserables almas nos decían que estaban en una parte del cosito
llamado la Caina, donde se encuentran los que traicionan a su familia, su nombre es por Caín que mato
y traiciono a su familia, mi maestro me dijo que tenía que invocar a una
persona para poder tener el paso más fácil
hasta su mansión, ¡levanto sus manos y dijo Conde aparece! Una sombra salió del
hielo , con una túnica negra y un rostro
desfigurado, esa sombra se acercó y beso la mano de mi maestro, mi maestro me decía que lo necesitaba para abrir la llave y sacar mi armadura él nos guiara.
En el Cielo se decidió que nuevamente tenían que
pelear contra el mal, El Todopoderoso
dio la orden de abrir el infierno para que las tropas bajen , ellas se dirigían a la Judeca donde
estaba la estatua de tres cabezas y la armadura de Lucifer.
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| Gabriel |


