Pasamos el desierto teniendo en nuestras
manos la materia fétida de esas sombras
destruidas y llegamos frente a una fachada de una mansión muy grande con
grandes pilares como si fueran torres una más grande que la otra 4
torres que tenían formas humanas ellas
estaban con la cabeza hacia abajo,
parecen dormidos dice mi maestro y nos aventuramos a pasar por las puertas de
este recinto.
Cuando pasamos por la portada me doy cuenta que
las grandes torres con forma humana movían su cabeza y nos seguían, esas torres
estaban vivas, una de ellas saca su gran espada e interrumpe nuestro camino, la gran
espada se incrusta delante de nosotros y
no nos deja pasar, mi maestro se quita la capucha de su bello rostro y mira al
gigante, sus ojos se ponen más rojos y
comienza a flotar sobre el suelo cada vez está flotando más y más arriba
llegando hacia su rostro y le dice sabes ¿Quién soy yo? El gigante lo mira y le
responde tu eres la “Luz bella del infierno” pero el todo poderoso te derroto
en la guerra celestial, tú estabas encerrado ¿Cómo es posible que pudieras
salir?
La luz brillada en el mundo…
¡No! Grito el gigante nadie puede pasar por
estos recintos sin permiso del todo poderoso o de los arcángeles ¡vete! ¡Vete
de aquí! Tú no eres luz, tu eres tinieblas ¡vete!
El maestro respondió – No me iré pues esta es mi
mansión y por qué quiero recoger algo que me pertenece para subir y reclamar mi
puesto quitado.
El gigante lo miro y grito ¡No, no te lo
permitiré! ¡Hermanos despierten! Debemos acabar con esta luz tétrica e impedir
que obtenga su armadura.
Yo Menrod, Rey de Mesopotamia que construí la torre de Babel te destruiré y
tendrá la expiación que hará descansar
mi alma, tres torres más alzaron sus cabezas
y sacaron sus espadas para el contraataque.
Miren aca tenemos a a Menrod, rey de
Mesopotamia; Efialto, hijo de Poseidón que se revelo contra Zeus; Anteo,
Un gigante asesino y Garisenda ustedes contra mí, los destruiré…
Mi maestro caso su espada y estaba frente a las
4 torres y fue donde ellos, los 4 empuñaron sus estadas y por primera vez vi un técnica de mi
maestro, el tomo con las 2 manos su espada
y grito ¡luz del infierno! Y un gran poder salió de su espada, las 4
espadas de las torres gigantes se juntaron y pudieron contener el poder del
viejo maestro, luego el bajo muy cansado y me dijo -toma mi espada tu pelearas por mí, yo tome
la espada y sentí un gran poder en mi ser, mis ojos estaban más rojos que nunca, la espada no
pesaba y dije ¡ Yo Dartax los destruiré!
Las torres
se pusieron en posición de combate
y yo me daba cuenta que estaba flotando ¿Quién me daba ese poder? Agarre
fuertemente la espada y fui hacia ellos, sus espadas no podían con la del maestro,
chocaban y chocaban, rayos de poder salían entonces sentí una gran energía que venía
desde adentro de la mansión mis, utilice ese gran poder y fue donde Nemrod – La torre de Babel se destruyó
y tú también, pase la espada y partí la torre a la mitad, Efialto, te mandare con tu padre y lo corte,
Anteo y Garisenda tuvieron el mismo final.
¡Las torres han caído! Grito mi maestro, la
mansión nuevamente es mía, ahora pasaremos el Cosito y tendré mi armadura y tu
Hijo serás libre.
En el cielo se sintió un gran estruendo,
Gabriel, Miguel, Raphael y otros ángeles, fueron al salón dorado y vieron que las torres
Cosito estaban destruidas.
Miguel dijo: Es hora de pelear, Luzbel ha vuelto.
